En el silencio de las calles donde la niebla envuelve las cosas, las personas se difuminan como fantasmas al ojo humano, y se percibe ese olor a vacío que falta el aire. No me preguntes por qué se siente así cuando respiramos y nos inunda una sensación de quemarnos las entrañas, y las cosas envueltas por un rocío imperturbable se notan mojadas.
Las calles se encuentran resbaladizas y pegajosas al amanecer. Pero la gente que pasa por esas mismas calles al mediodía, cuando sale el sol, no saben qué diferentes son por la noche si nunca han sentido ese olor o esa humedad.
La niebla, ...la niebla no sólo es de las calles. La niebla está en el mar y en las montañas, y por desgracia, también en las personas.
Háblame de tu niebla o tu borrasca, pero no me hagas partícipe de ella porque cuando salga el sol para ti, ni recordarás lo mojada que me dejaste.
Tots tenim boira alguns cops a la vida. ANGELA
ResponderEliminarI tant que sí, Angela. Tots l'hem tingut alguna vegada al voltant o dins dels nostres caps. I molts hem caminat entre llums i ombres de la incertesa. És, fins i tot, necessari per entendre moltes coses. Però al final, el que importa és que no sigui una cosa permanent ni duradora, i que es dissipi lentament i deixi entrar la llum per veure clar i poder veure'ns tal com som.
EliminarGràcies per passar-te i comentar.
Una abraçada!