22 julio, 2024

Ellas

  Cada primavera, al salir al jardín, las veo en fila, trabajando. Con órdenes de su capitán, desfilan por en medio de mi propiedad sin ningún miramiento. Algunas se agrupan y me imagino que hablan entre ellas, comentan que las presentes informen a las ausentes para acatar lo dicho. 

    Al pasar, intento no pisarlas, pero su carrera es tan larga y absurda que me veo obligada a hacer eses y es casi imposible no aplastar alguna. Cargan pesados víveres para el invierno, cada una sabe el rol que le toca, pero cuanto más las observo más aprendo y deduzco que se asemejan mucho a lo que todos conocemos. 

    Un día, mientras me dirigía a hacer mis tareas, les hablé. Me agaché todo lo que pude y recé: "Por favor, ¿no podríais hacer la fila junto a la pared? Yo tengo cuidado, pero no soy responsable de la gente que viene a visitarme". Continuaron así por varios días, y sorpresivamente, una mañana las vi ¡me hicieron caso! Exclamé. Allí estaban, junto a la pared, con el camino libre para mí. 

   Es una locura, lo sé, pero ellas me escucharon e hicieron caso a mi petición. Estaba atónita y contenta... Si lo explico, no me creerán, pero creo que sabrán de quién escribo y sin decir nombre todos las tenéis en mente.



15 julio, 2024

Lugar seguro

   Mi lugar seguro te hace cosquillas en la nariz, te nubla la vista y el olor a limpio te adormece. 

    Uno siente allí una fuerte presión en el pecho y también en la espalda, tan intensa que todo se calma. 

    En mi lugar seguro, el tiempo se detiene y el calor te inunda, la piel se funde y el latido se acompasa. 

   Mi lugar seguro es a veces breve y a veces no tanto, es sosiego y a veces llanto.

*En esta ocasión la foto es de Nuri y el texto de Eladio.


08 julio, 2024

Sobre la tristeza


    Hay fotos que se clavan en el alma, si te detienes un rato a mirarlas, despiertas en ti un profundo sentimiento, en este caso de tristeza. Solo si tienes un poco de la tan nombrada empatía, sentirás ese lamento sordo del que no tiene palabras pero sí rostro. 

    Encierro a cielo abierto, surcos en tus ojos de lágrimas invisibles, penar de tu última etapa de vida. Pesa, la tristeza pesa, no son kilos, no son onzas, pero pesa. Lloro, es un momento, pero pareces mucho tiempo. Ya no ladras, solo bostezas, aliviando así tu espera. ¿Dónde está aquel que te alimenta?... y no hablo de comida, sino de tu tristeza. 

    Mirada perdida y caricia abandonada, así describiría el sentimiento que me envuelve. Muchos pensarán que es solo un perro, un perro triste. Yo he visto esa mirada en las personas y ahí es donde te das cuenta de que no somos tan diferentes.


24 junio, 2024

Fin de fiesta


    Vamos a contar mentiras tralalá, ¿os acordáis? Yo diría "vamos a inventar mentiras o hacer suposiciones", que de eso sabemos mucho.

    Varios escenarios podrían ser:

    Se los compró su madre y a ella no le gustaron.

  Fin de fiesta y le dolían los pies a muerte, sacrificó los zapatos por no llevarlos en la mano. Sí, suponéis bien, se fue descalza.

    Los encontró otra persona tirados y se los probó, pero no le iban bien.

    Ese día empezó a odiar las rayas, el color rojo también.

    Encontró pareja en la fiesta, pero era más bajito que ella.

    El Uber que pidió tenía un requisito: subir descalzo.

   Se durmió y sus amigas se los quitaron para gastarle una broma.

  Pisó una gran vomitada, de esas con trocitos de carne triturada, y se le metieron entre los dedos. ¡Fuera zapatos!

   ¿Se hizo invisible con una poción mágica? En realidad, seguía allí cuando se tomó esa foto.

   Por último, diré, creo que es lo más probable que pasó, supondré que los dejó allí porque las rayas combinaban con el contenedor.

    ¿Vosotros qué pensáis?


17 junio, 2024

La leche que mamé

    Un día me di cuenta de que soy muy como la lechera del cuento, ¿lo recordáis? Aquella que va con su cántaro en la cabeza pensando en qué hará con el dinero que obtenga de su producto, en el camino se tropieza con una piedra y el cántaro se va al suelo, junto con sus sueños y deseos. Pues bien, así soy yo, siempre construyendo castillos en el aire con mi economía y la gente en general. Os invito a los que me conocéis, que si me veis, ¡por favor! Cogedme de los hombros y sacudidme... no muy fuerte si es posible, con esa acción podéis decirme, ¿pero qué te pasa? O algo similar que se os ocurra, os doy permiso. Soñar y soñar a lo grande, frases de internet o de motivación que te proporcionan los gurús de la "felicidad", aquellos que creen tener la llave del bienestar. 

    Ya no sé en qué creer cuando la economía va como va y la gente te decepciona más de lo normal, porque al igual que en el cuento, pones expectativas en el ser humano que es errado por naturaleza. En fin, para acabar diré, id a vuestra bola, sed egoístas sin hacer daño a los demás y sed felices.



20 mayo, 2024

Entre sábanas


  Las sábanas arrugadas como dunas en el desierto del Sahara, las almohadas pesadas y sumidas al cobijar llantos, deseos y sueños. Posibilidades de sexo sin freno o pesadillas tortuosas de noches sin fin, mojadas por lo mismo de sudores y fluidos. Camas encantadoras de bienestar, serpenteantes arrugas llenas de palabras entredichas entre jadeos o fase REM del sueño. 

   En la cama amamos, soñamos, leemos e incluso comemos, y algunos más atrevidos y con suerte se van desde ella como si su sueño fuera eterno. 

   Desordenar para ordenar cada día, alinear y planchar con la mano la doblez del lecho del amor y los sueños, del dormir o hacer la siesta. Sea como sea, todos tenemos una donde nacemos y quizás morimos en ella.


13 mayo, 2024

Mi rincón

   Hoy, la chica que atiende en mi lugar favorito tuvo un detalle fantástico conmigo. Veréis, hoy me senté en una mesa diferente porque la mía, la que me inspira para hacer mis relatos y reflexiones, estaba ocupada. Pues bien, me dirigí a otra mesa, no tengo problema, pero tampoco inspiración. 

    Cuando me sirvieron mi desayuno de azúcar, de repente me comentó muy amable y detallista que mi mesa, mi rincón, estaba libre, y que si quería dirigirme allí, ella me llevaría las cosas. Esa atención me hace ver que es una persona con una educación de la de antes, la que poca gente mantiene o solo unos pocos, en los que me incluyo. 

    Pues bien, me inspiró a hacer este escrito y haceros saber que a veces un detalle de un desconocido nos hace creer que no estamos tan mal como piensan nuestros mayores y que hay que tener fe en el mundo, en fin, no esperar nada de nadie, como decía mi madre, y sorprenderte cuando hacen algo por ti, además de agradecer, por supuesto.