04 diciembre, 2023

La sonrisa de un abandono

    Una mañana al despertar, se vislumbra en el contenedor 007, el del agente basurero con permiso para matar, un peluche sonriente.

    La delicadeza con la que se dejó el osito en el contenedor me hace pensar que no fue tirado cómo un peluche viejo y gastado. Creo que el niño que jugaba con él se hizo mayor, y el fatídico desenlace para el osito fue ese.

    El muñeco al que abrazaba todas las noches al dormir o que recibía las lagrimas de desconsuelo cuando algo no salía bien, con su sonrisa perpetua sabia dar el matiz a cada situación.

    ¿Cuántos secretos se lleva a su tumba de escombros?

    Por ser optimista y un poco fantasiosa, me imaginaré un lugar mejor para él, después de captar esta imagen tan triste cuando el fotógrafo se fue, corrió un niño hacia el osito y lo abrazó, su madre le recriminó y le estiró del brazo, pero al ver al mismo tiempo a su hijo tan feliz como nunca había estado con ninguno de sus peluches antes, lo recogieron, se lo llevaron a casa y lo lavaron, allí reside ahora y para inventarme un final mas compensatorio, diré que nunca se desharán de él.



4 comentarios:

  1. ACR. Bonic escrit i foto. Tots em tingut algun peluix cuan erem petits que abraçavem al llit i ens feia companyia.

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  2. Pobre osito, bien pensado inventarle una historia con final feliz

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  3. Ha salido un texto un tanto reivindicativo, por esta mania que tenemos de usar y tirar, pero al final nos dice que se dejó de forma delicada para que llamara la atención de alguien, muy romántico

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  4. Aquest escrit en recorda la peli de Tot story 3,com vam plorar al cinema aquell dia quan les juguines s ajudavan al cremador! L aprofitar per un altre criatura es al millor que pot passar a les juguines ,la foto forca bonica.

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