17 junio, 2024

La leche que mamé

    Un día me di cuenta de que soy muy como la lechera del cuento, ¿lo recordáis? Aquella que va con su cántaro en la cabeza pensando en qué hará con el dinero que obtenga de su producto, en el camino se tropieza con una piedra y el cántaro se va al suelo, junto con sus sueños y deseos. Pues bien, así soy yo, siempre construyendo castillos en el aire con mi economía y la gente en general. Os invito a los que me conocéis, que si me veis, ¡por favor! Cogedme de los hombros y sacudidme... no muy fuerte si es posible, con esa acción podéis decirme, ¿pero qué te pasa? O algo similar que se os ocurra, os doy permiso. Soñar y soñar a lo grande, frases de internet o de motivación que te proporcionan los gurús de la "felicidad", aquellos que creen tener la llave del bienestar. 

    Ya no sé en qué creer cuando la economía va como va y la gente te decepciona más de lo normal, porque al igual que en el cuento, pones expectativas en el ser humano que es errado por naturaleza. En fin, para acabar diré, id a vuestra bola, sed egoístas sin hacer daño a los demás y sed felices.



3 comentarios:

  1. Cambio en la entrada, divertida. Bonita forma de describir la decepción, asi hace menos daño apesar de que ocurre todos los dias pero te dices, no me volverá a pasar y alli estas una y otra vez

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  2. El problema és que no canviem,sempre hi caiem

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