Las sábanas arrugadas como dunas en el
desierto del Sahara, las almohadas pesadas y sumidas al cobijar
llantos, deseos y sueños. Posibilidades de sexo sin freno o
pesadillas tortuosas de noches sin fin, mojadas por lo mismo de
sudores y fluidos. Camas encantadoras de bienestar, serpenteantes
arrugas llenas de palabras entredichas entre jadeos o fase REM del
sueño.
En la cama amamos, soñamos, leemos e incluso comemos, y algunos más atrevidos y con suerte se van desde ella como si su sueño fuera eterno.
Desordenar para ordenar cada día, alinear y planchar con la mano la doblez del lecho del amor y los sueños, del dormir o hacer la siesta. Sea como sea, todos tenemos una donde nacemos y quizás morimos en ella.
Preciosa explicació, el últim pàrraf el mes maco.ACR
ResponderEliminarMe gusta la descripción, recuérdame que hablemos de ella.
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